Es tan drástico el cambio que me hace llorar por las noches,
terminé perdiendo por cosas ajenas, por temas no resueltos,
por tristezas sin solución y por no dedicar más tiempo.
Si hay algo que me tranquiliza es que mientras pude
logré su sonrisa en sus peores momentos: sé que me quiere.
Si hay algo que me da pena es no poder realizar momentos
y actividades planeadas que me habrían gustado compartirlas.
Si hay algo que pudiera hacer para abrazarla una vez más
daría todo, tal cual como lo fui, de besarla una vez más,
pero el corazón decidió otra cosa y sólo queda desaparecer.
Sé que su imagen no podré sacarla nunca de mi vida,
que sus ojos verdes son los únicos que me vieron llorar,
que me entregó parte de su alma y no lo dejo de pensar,
que fue a la única a quien di todo para seguir viéndola cada día.
Y ahora espero para quedarme sin más...
